Contagiadas por la poesía y la Danza Movimiento Terapia nos planteamos distintas posibilidades de trabajo conjunto que pudiera llevarnos a otros lugares en nuestro quehacer cotidiano, generando otras maneras de hacer desde nuestro deseo real de hacer para ser, incorporando el cuerpo para que fluya la mente; produciendo, al fin y al cabo, desde lo que somos y no desde lo que nos hicieron creer que teníamos que ser y preguntándonos si quizás tendría incidencia en nuestro hacer cotidiano como vía empoderadora para las mujeres.

Desechar todo los prejuicios sobre lo que nos dijeron que era poesía, cómo se escribía, qué decían ciertos poemas y que no, y todo aquello que comprendía un saber fundamentalmente androcéntrico.

Tras un año de investigación, planteamos una serie de talleres que faciliten la conexión de cada participante con su propio cuerpo y de esa forma poder expresarse con menor autocensura desde lo escrito. Cuando nos movemos, no es sólo nuestro cuerpo el que se mueve, se mueven nuestras emociones, nuestros recuerdos, danzamos historias. Todo esto nos ayuda y es materia prima para la escritura creativa.